Sefardíes
Los Sefardíes son los descendientes de los judíos que vivieron en la
península ibérica hasta su expulsión en 1492 y que, aunque no vivían en la madre patria, permanecieron vinculados a la cultura ibérica. El adjetivo sefardí procede de Sefarad, término bíblico que designa la península ibérica, y define todo lo que es relativo a Sefarad. Los Sefardíes hablan una lengua romance derivada del castellano antiguo, el judeo – español, conocido también como ladino, que por ejemplo mantuvo la pronunciación dura de la "f" inicial, en lugar de la "h" adoptada por el castellano.

Azquenazíes

Asquenazíes es el nombre dado a los judíos que se asentaron en la Europa Central y Oriental. Los Asquenazíes son los descendientes de las comunidades judías medievales establecidas a orillas del Rin, desde Alsacia, en el sur, hasta Renania, en el norte. Ashkenaz es un término hebreo medieval empleado para designar Alemania. Los Azquenazíes desarrollaron su propia lengua, el yidis, que combina términos provenientes de diversos dialectos alemanes junto con algunos de origen eslavo y hebreo.
Arvoles yoran por luvias
Esta canción que data de la Edad Media, cuando los sefardíes vivían en España, se convirtió en una especie de himno para los deportados del Holocausto. Fue interpretada por la vocalista Flory Jagoda durante el descubrimiento de la placa en lengua judeo-española en el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, al que asistieron sobrevivientes y miembros de la comunidad sefardí internacional.



Arvoles yoran por luvias
Y montanyas por aires
Ansi yoran los mis ojos
Por ti, kerida amante
Torno
i digo
Ke va ser de mi
En tierras ajenas
Yo me vo morir
Enfrente
de mi ay un andjelo
Kon tus ojos me mira
Avlar kero y no puedo
Mi korason sospira
Torno
i digo
Ke va ser de mi
En tierras ajenas
Yo me vo morir
Luvia
s'izo i se mojo
La kaye y el kortijo
Anda dizilde al mi amor
Ke es de los ojos miyos
Torno
i digo
Ke va ser de mi
En tierras ajenas
Yo me vo morir
Árboles lloran por la lluvia
y montañas por el aire
Así lloran mis ojos
por ti, querido amor
Me digo
a mí mismo una y otra vez
¿Qué será de mí?
En tierras ajenas
me voy a morir
Enfrente
de mí hay un ángel
Con tus ojos me mira
Quiero hablar y no puedo
Mi corazón suspira
Me digo
a mí mismo una y otra vez
¿Qué será de mí?
En tierras ajenas
me voy a morir
Cayó la
lluvia y el suelo se mojó
La calle y el patio
Ve a decírselo a mi amor
Que se cayó de mis ojos
Me digo
a mí mismo una y otra vez
¿Qué será de mí?
En tierras ajenas
me voy a morir
"Arvoles yoran por luvias" es una canción sefardí que evoca una profunda melancolía y nostalgia. Está escrita en la antigua lengua de los judíos sefardíes que tras la expulsión de España se habían trasladado a Salónica, Esmirna, Estambul, llevándo consigo y preservando esta lengua antigua escrita primero en caracteres hebreos y luego también en alfabeto latino, pero sólo en el último siglo.
Su letra poética, que habla de los árboles que lloran por la lluvia, simboliza la tristeza por la pérdida de la tierra natal. Es un reflejo del dolor del exilio y la esperanza de un futuro mejor, características comunes en la música y la cultura sefardí. La melodía, a menudo interpretada con instrumentos tradicionales, complementa el sentimiento emotivo de la canción, creando una experiencia auditiva profundamente conmovedora.